AICO surgió de la voluntad colectiva y voluntaria de los empresarios iberoamericanos, que vieron la necesidad de verse debidamente representados ante la comunidad internacional; en tal virtud, en noviembre de 1974 se convocó en la Ciudad de México al Primer Encuentro de Cámaras de Comercio Iberoamericanas, donde se propuso la creación de una Asociación que agrupase a las Cámaras y Asociaciones de Comercio existentes en Iberoamérica.
Este propósito se cristalizó en España en junio de 1975, instituyéndose formalmente la Asociación Iberoamericana de Cámaras de Comercio (AICO).
Constituida la Asociación, ha celebrado ininterrumpidamente sus Asambleas, rotando su Sede en ciudades de los países cuyas Cámaras de Comercio son miembros