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Las Cámaras de Comercio catalanas han mantenido una reunión en La Llotja de Mar con el presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, el delegado del gobierno en Cataluña, Carlos Prieto, y el director de la oficina de Asuntos Económicos y G20 del gobierno español, Manuel de la Rocha, solicitando la reducción de la burocracia y mejorar la productividad y la inversión en infraestructuras estratégicas.

El encuentro ha contado con el presidente del Consejo General de Cámaras de Cataluña, Josep Santacreu, y los presidentes/as del resto de Cámaras: Jaume Fàbrega (Girona); Ramon Alberich (Sabadell); Jaume Saltó (Lérida); Laura Roigé (Tarragona); Silvia Gratacós (Manresa); Pol Fages (Palamós); Mario Basora (Reus); Albert Sibils (Sant Feliu de Guíxols); Jordi Seguí (Tárrega); Ramon Talamàs (Terrassa); Francesc Faiges (Tortosa) y Josep M. Rovira (Valls). También ha participado Inma Riera, directora general de la Cámara de Comercio de España.

Finalmente, en la reunión han intervenido también como representación de empresarios catalanes, Eloi Planes, presidente ejecutivo de Fluidra, Albert Magrans, consejero delegado de Roca Group, María del Mar Nogareda, vicepresidenta y directora general de Hipra y Ana Vallés, presidenta del grupo Sorigué.

Los principales retos de la economía española y catalana

En el transcurso del encuentro las Cámaras en primer lugar han expuesto al presidente del gobierno español la necesidad de afrontar con determinación los retos estructurales de la economía española. El primero de estos retos es la crisis de la vivienda, en la que se ha reclamado reforzar la seguridad jurídica para incentivar la oferta, desbloquear la Ley del Suelo y fomentar la construcción industrializada, que reduce significativamente los plazos de construcción respecto a la construcción tradicional y puede utilizar materiales más sostenibles. Asimismo, han recordado que la mejora de la conectividad en transporte puede ayudar a desconcentrar la demanda en los núcleos urbanos más saturados.

En cuanto a la productividad, clave para el progreso de las naciones a medio y largo plazo, las Cámaras de Comercio catalanas han alertado sobre el absentismo laboral creciente y han pedido al gobierno español qué medidas prevé para afrontar esta problemática. Además, reclamaron una apuesta firme por la inversión productiva y la innovación, que son palancas para la productividad.

Otro aspecto que preocupa a las Cámaras en cuanto a la competitividad empresarial, y ligado también al reto de la productividad, es el exceso de burocracia y regulaciones, una política que ya se reclama desde Europa y que supone un freno especialmente para la actividad de pequeñas y medianas empresas.

Por lo que respecta a la economía catalana, las Cámaras han tratado en primer lugar el déficit crónico de inversión en infraestructuras que sufre Cataluña por parte del Estado. En este sentido han instado al gobierno español a cumplir con la Disposición Adicional Tercera del Estatuto y han hecho énfasis en proyectos estratégicos como el Corredor Mediterráneo, el aeropuerto de Barcelona y la red de Cercanías, que requieren una estrecha colaboración entre administraciones para garantizar su desarrollo.

Por último, se ha valorado positivamente la disposición del Estado a trabajar en un nuevo sistema de financiación singular para Cataluña, reclamando que tenga en cuenta factores como el principio de ordinalidad y el coste de la vida. Según las Cámaras, este nuevo modelo podría servir de referente para otras comunidades autónomas para promover una distribución de recursos más equitativa y eficiente.

Transición energética e hídrica, también en el foco del debate

Las Cámaras han puesto de manifiesto la preocupación por el bajo nivel de cobertura de las energías renovables en Cataluña, que en la actualidad sólo suponen el 13,6% de la demanda eléctrica, muy por debajo del objetivo del 50% para 2030, y la alta dependencia de la energía nuclear. También reclamaron inversiones urgentes para mejorar la red de distribución eléctrica, promover el desarrollo de sistemas de almacenamiento de energía y simplificar la normativa para facilitar la transición hacia un modelo energético descentralizado y sostenible.

En cuanto a la gestión hídrica, es necesario abordar la sequía como un reto estructural y no coyuntural, señalando que la industria ha hecho un gran esfuerzo para reducir el consumo de agua sin comprometer su valor añadido bruto. En este sentido, se ha puesto de relieve la labor del Observatorio de la Transición Hídrica de la Cámara de Comercio de Barcelona, ​​que está trabajando en un nuevo modelo de gestión hídrica por Cataluña. El Observatorio presentará en breve un nuevo estudio que analizará los principales desafíos en este ámbito en 10 sectores productivos y destaca la necesidad de un gran Plan de Transición Hídrica que implique a las empresas, las administraciones y las entidades del territorio.